martes, 27 de septiembre de 2005

Con un tiro en la sien

Amanece sobre las autopistas.
Soles naranjas como en San Andreas.
Resbalamos felices sobre la nieve artificial.
Rehacemos el mismo camino.
Como siempre, como cada mañana,
anudamos los lazos de nuestras corbatas,
apretamos los cuellos,
abrillantamos los gemelos,
tarareamos la tabla del siete,
hollamos las mismas huellas.

Caminamos con un tiro en la sien.

La sangre hace tiempo que no mana.
Como nuevo doctor peste enmascarado,
a fuerza de no verte, ni olerte, ni sentirte, olvidé tu presencia
y ya solo voy apretadito con los otros muertos.

Todos con el rostro borrado a balazos.
Arrastrando el frío de las ausencias y las fatigas.
Fatigas que ya ni siquiera siento a fuerza de fingirlas.

lunes, 26 de septiembre de 2005

Antecedente XI (Tesela)

Pensando en el humo que no fue llama
recordamos palabras abatidas y a la deriva,
los licores tristes, los cuartos fríos.
Estamos casi siempre ausentes
aunque no se note en nuestra expresión.

lunes, 12 de septiembre de 2005

Antecedente X (Tesela)

Reconozco, al menos por mi parte, que duelen las distancias
que asumir sus muros, sus fronteras, sus portazgos es gangrena suave.
Pero en la resaca, mis ojos aún garrean en los tuyos,
hundidos en la bruma de algo que no esperé nunca jamás fuese mi herencia.
Al fin, sin amarres en el fango de los días nos perdemos mutuamente
sin orinques fluorados que nos guíen y absuelvan por atajos de fortuna clara.

miércoles, 7 de septiembre de 2005

Antecedente IX (Tesela)

Te mostraré los túmulos donde yacen descarnados besos nonatos de labios mercenarios.

Diseminaré tus falsas pestañas sobre suelos losados de espanto.

Pero no rozaré ya tus dedos de antaño con mis uñas envilecidas,
ni susurraré más a tu piel espantada de otras vidas.