lunes, 12 de septiembre de 2005

Antecedente X (Tesela)

Reconozco, al menos por mi parte, que duelen las distancias
que asumir sus muros, sus fronteras, sus portazgos es gangrena suave.
Pero en la resaca, mis ojos aún garrean en los tuyos,
hundidos en la bruma de algo que no esperé nunca jamás fuese mi herencia.
Al fin, sin amarres en el fango de los días nos perdemos mutuamente
sin orinques fluorados que nos guíen y absuelvan por atajos de fortuna clara.

3 comentarios:

GVG dijo...

Es un jugar con la densidad del lenguaje que me gusta, ver como se moldea como si fuera cristal de Murano.

Juan Carlos dijo...

Reconozco que esa densidad tuya a la que alude Gonzalo, hace a tu poesía no fácil, que no es lo mismo que dificil. Sin embargo, el tono de tus sentimientos se derrama con una lenta inercia inconfundible, que tiene algo de adictivo.
¿Lo pillas, coleguita?

Anónimo dijo...

No entiendo nada, para ser sincera, pero imagino que la poesía es así.
Como la vida misma.