miércoles, 4 de julio de 2007

Generalidad XXV

El proceso de maduración es, en parte, la adquisición de nuevos miedos. Y, en menor medida, el abandono de viejos.
Modularles adecuadamente mientras se envejece es el único modo de mantenerse a flote entre la temeridad y la parálisis.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

En lo esencial estoy de acuerdo, pero tambien puedo decir que a los viejos les da todo lo mismo y por tanto son los mas valientes y libres.

Anónimo dijo...

Estando de acuerdo en todo lo dicho, tanto por la firma propietaria del blog como el interviniente anónimo, aportar, dese mi experiencia, que para mi envejecer ha supuesto fundamentalmente dos cosas:

1º: Caer en la cuenta de que hay cosas que jamás voy a hacer. Digo "caer en la cuenta" y no "saber" o "conocer", pues considero que es diferente tener un conocimiento teórico de algo a tener la convicción de ello. Y digo "jamás", y ese jamás significa hasta la tumba.

2º: Ver, con cierta desesperanza, como en una gran medida se van cumpliendo los estereotipos con los que de joven mis mayores me intentaban explicar el universo en dos patatadas, de los que yo renegaba, pensando que no tenía que ser así. Ver, en mi y en mis amigos coetáneos cumplirse esos estereotipos me produce frustación, me hace sentir la idea de que nada cambia... Ahora muchas veces me siento a charlar con mis amigos y escucho de sus labios palabras que sé que hace años nunca hubieran pronunciado, y observo a sus manos ejecutar acciones contrarias a las que antes llevarían a cabo. Y veo, también, como al final muchas de las situaciones que observo y padezco se explican en dos patadas con una frase corta. Claro, que bien se me puede argumentar que a eso, sencillamente, se le llama madurar... Puede que sea un inmaduro... No sé si alguien en este foro ha sentido lo mismo, si lo ha hecho, espero que comprenda lo que digo.

Saludos. Buen verano 2007.

Anónimo dijo...

¿Qué diferencia hay entre madurar (envejecer) y rendirse?

¿Es acaso madurar (envejecer) saber cuándo hay que rendirse?

¿O Es madurar (envejecer) saber cuándo hay que luchar?

¿Es lo mismo rendirse que saber por qué luchar?

Anónimo dijo...

O no te queda otra que rendirte.

O crees que no te queda otra que rendirse.

O siempre es preferible una dulce rendición a una amarga lucha.

Juan Carlos dijo...

Caque, Caque, cuántas preguntas duras (o maduras) de pelar, yo comparto la idea del equilibrio, al menos a mí me gustaría que el hacerme maduro fuera un camino para tomar mejores decisiones, es decir, un aprendizaje para la lucha, sabiendo que determinados combates están perdidos de antemano, pero eso no resta significado a la forma personal de búsqueda de respuestas propias.
Esa sensación que se tiene con los amigos y conocidos de pérdida de tiempo, de voluntades autómatas y rendidas, es verdad que afecta bastante, al menos por un tiempo, pero pienso que siempre llega gente a la vida que ilusiona y compensa ese tipo de frustración, y la frustración que causan las personas sólo se puede compensar con personas.
Yo me considero bastante extrovertido y a la vez bastante reflexivo, y hay personas que me llenan una faceta y otras la otra. La madurez, eso sí, debería servir al menos para juzgar menos y echar una mano más a menudo.
Por eso espero que buena parte de las rendiciones de mi madurez sean que me llegue antes el sueño o no poder renunciar a un par de gin-tonics.