Cada hombre es un egoísta; quien deja de serlo aunque sea parcialmente se convierte en un objeto para los otros.
El que pretende que no necesita serlo, aunque solo sea parcialmente, es un emboscado y hay que temerle.
Impúdica bitácora privada de literatura y pensamiento
Publicado por Fernando Díaz en 2:03 p. m.
4 comentarios:
Menuda verdad acabas de decir Fernando con la segunda afirmación. Ya veo que sabes lo que es que una persona diga que esta agusto con el nivel conseguido en cuanto a lo material.
Constatar ciertas verdades y empezar a hacerlo por uno mismo es duro y hasta desagradable.
Pero verse como somos, imperfectos, corruptibles y al tiempo capaces de lo sublime, de lo heroico, de lo bondadoso es probablemente la única manera de avanzar.
Un placer saber de tí y con ganas de leerte algo nuevo.
Imagino que esas verdades de las que hablas, imagino que están muchas en el mundo del trabajo. A decir verdad pasamos al menos 40 horas a la semana dentro de ese mundo.
Imagino que esas verdades de las que hablas, imagino que están muchas en el mundo del trabajo. A decir verdad pasamos al menos 40 horas a la semana dentro de ese mundo.
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