miércoles, 11 de noviembre de 2009

Generalidad XLVIII

En nuestras sociedades son bien conocidos los procedimientos de exclusión.
El más evidente y el más familiar, por lo cierto, es la prohibición.
Se sabe desde bien temprano que no se tiene derecho a decirlo todo; que cualquiera no puede hablar de cualquier cosa. Son, en fin, los tres elementos clásicos: El tabú del objeto, el ritual del contexto y el derecho exclusivo o privilegiado del sujeto que habla.
Las redes sociales manifiestan todos ellos aunque en apariencia de manera inexistente o al menos, confusa.
Pero lo vivo, tozudamente, sigue estando fuera. Y ellas son solo un remedo por más que nos empeñemos.