Vamos a hablar un poco de
geopolítica y así levantamos la cabeza de nuestro particular y macilento
pesebre. Leo en una publicación de la Brookings Institution, temas de futuro
francamente interesantes, que me gustaría compartir muy brevemente.
Que la orientación estratégica de
los Estados Unidos en cuanto a su política exterior se encuentra enfocada hacia
el Pacífico es algo evidente. No es casualidad que los tres primeros viajes de
Obama tras la relección hayan sido Myanmar, Camboya y Tailandia.
Y uno este hecho con un reciente
informe de la Agencia Internacional de la Energía que situaba a Estados Unidos
como la mayor potencia energética en menos de una década gracias a la
revolución de los hidrocarburos no convencionales. Según este informe, nada
cuestionable, en el año 2020 los EE.UU serán los mayores productores mundiales
de petróleo y de gas. La autosuficiencia energética es la coartada perfecta
para retirarse progresivamente del polvorín de Oriente Próximo, al que tanto
esfuerzo ha dedicado y con tan pocos réditos.
Poner, por tanto, foco a una de
las regiones con mayor crecimiento económico pero con fuertes tensiones
nacionalistas (no olvidemos los últimos problemas territoriales entre Japón y
China) exigen que se apueste por crear estructuras regionales de seguridad y
por reforzar aquellas que permitan la integración económica en nuevos mercados transfronterizos
asiáticos.
El problema a fecha de hoy es constatar
si las tensiones de Irak, el eterno conflicto entre palestina e Israel, la crisis
de Irán y la guerra civil Siria, por solo citar los fundamentales, les permite
poder centrarse en los nuevos objetivos.
Y de todos ellos, el conflicto
sirio es, en mi opinión el más significativo, porque en él se están ensayando
los nuevos patrones del conflicto en la región que no deja de ser la lucha de
poder entre los musulmanes suníes y los chiíes. Los primeros representados por Arabia
Saudí, los Emiratos, Turquía y los hermanos musulmanes y los segundos,
básicamente por Irán y Hezbolá.
De su evolución, se detraerá la
obligada posición de Rusia y China, tensando las relaciones en los polos de
poder regionales.
1 comentarios:
El poder está creciendo más rápido que la sabiduria.
Hefilflex
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